Los mitos del voto femenino
Es cierto que el voto está determinado fundamentalmente por el lugar donde la persona nace y se socializa, y por la manera en que votan sus padres -hay una fuerte continuidad en el conjunto valórico de generación en generación-; pero como primera vez que se presenta una candidata presidencial con reales posibilidades de ganar, otro candidato dice que ésta le gana porque es mujer y un tercero sale con que no tiene carácter para gobernar, la pregunta natural es qué opinan realmente las mujeres a la hora de votar: son de derecha, son de izquierda, son machistas... qué son?.
El fin de semana me topé con un reportaje que entrevista a Carolina Carrera, sicóloga y vicepresidenta de Humanas -centro de estudio y acción feminista que promueve los derechos humanos y la justicia de género- ; Marta Lagos, economista y directora de MORI Chile, y Carla Lehmann, ex investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP) y socia fundadora de Datavoz -consultora especializada en estudios de opinión-. Me encontré con las siguientes afirmaciones:
1. Las mujeres no sólo votan más -52,1% del universo electoral-, sino que en términos de cultura cívica anulan menos y votan menos en blanco. Ésta es una característica típica de la mujer en su vida cívica y no es aislada, no ocurre sólo a la hora de votar: en el comportamiento colectivo femenino, las mujeres son más cumplidoras en todo sentido.
2. La Alianza descubrió el voto de género, es decir, que las mujeres votan por las mujeres. Eso sólo lo percibió la Concertación a partir de 2000, cuando la Alianza tenía entre un 20% y 22% de candidaturas femeninas. Recién el 2004, la Concertación logró llegar al 20%.
3. A nivel de elecciones parlamentarias, y pese a que las candidatas generalmente no acceden a los distritos ganadores, sí logran las más altas mayorías.
4. No da lo mismo que el legislador sea hombre o mujer, porque las mujeres sí legislan a favor de los problemas que atañen a su género -uniéndose como bloque a pesar de las diferencias políticas-. Basta analizar la actual contienda presidencial para constatar que como nunca antes las campañas se han centrado en los temas femeninos.
5. El patrón de comportamiento del voto femenino no ha variado desde su debut en 1952: La mayor parte de las mujeres de este país ha votado por posiciones ideológicas que se encuentran desde el centro hacia la izquierda del espectro político.
6. Al mismo tiempo, puede decirse que los candidatos de derecha tienen más votos de mujeres que de hombres, lo que no es lo mismo que afirmar que más mujeres votan por la derecha.
7. En la segunda vuelta presidencial ocurrida en 2000, Joaquín Lavín obtuvo 100 mil votos más de las mujeres que Ricardo Lagos, es decir, por primera vez las mujeres se inclinaron hacia la derecha, pero gran parte de la votación nueva de las mujeres que obtuvo Lavín provino de nuevas mujeres inscritas y no de una pérdida contundente de mujeres que antes habían votado por el No.
8. Hoy no son los más pobres ni las mujeres los que van decidir quién será presidente, sino la clase media baja empobrecida. En este segmento, las más duras e implacables serán las mujeres, que siempre son más categóricas en su posicionamiento hacia la política y los candidatos. El voto de castigo se va a producir mucho más en este segmento que en cualquier otro.
9. Para terminar, resultados de encuestas: en las últimas encuestas CEP de este año la intención de voto de las mujeres se inclina en primera mayoría hacia Bachelet, aunque ha perdido fuerza. El análisis de estas cifras sugiere que el voto femenino es concertacionista, aunque más blando y volátil que el de los hombres.
Como hay que ver para creer, dejo el link donde están publicados los resultados nacionales y regionales de todas las elecciones pasadas. La página es la del Tricel y los resultados aparecen separados por tipo de elección (presidencial, parlamentaria, municipal), candidato (cada uno de los que participó cada vez), género (hombres, mujeres), y validez (blanco, nulo, correctamente emitido).
El fin de semana me topé con un reportaje que entrevista a Carolina Carrera, sicóloga y vicepresidenta de Humanas -centro de estudio y acción feminista que promueve los derechos humanos y la justicia de género- ; Marta Lagos, economista y directora de MORI Chile, y Carla Lehmann, ex investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP) y socia fundadora de Datavoz -consultora especializada en estudios de opinión-. Me encontré con las siguientes afirmaciones:
1. Las mujeres no sólo votan más -52,1% del universo electoral-, sino que en términos de cultura cívica anulan menos y votan menos en blanco. Ésta es una característica típica de la mujer en su vida cívica y no es aislada, no ocurre sólo a la hora de votar: en el comportamiento colectivo femenino, las mujeres son más cumplidoras en todo sentido.
2. La Alianza descubrió el voto de género, es decir, que las mujeres votan por las mujeres. Eso sólo lo percibió la Concertación a partir de 2000, cuando la Alianza tenía entre un 20% y 22% de candidaturas femeninas. Recién el 2004, la Concertación logró llegar al 20%.
3. A nivel de elecciones parlamentarias, y pese a que las candidatas generalmente no acceden a los distritos ganadores, sí logran las más altas mayorías.
4. No da lo mismo que el legislador sea hombre o mujer, porque las mujeres sí legislan a favor de los problemas que atañen a su género -uniéndose como bloque a pesar de las diferencias políticas-. Basta analizar la actual contienda presidencial para constatar que como nunca antes las campañas se han centrado en los temas femeninos.
5. El patrón de comportamiento del voto femenino no ha variado desde su debut en 1952: La mayor parte de las mujeres de este país ha votado por posiciones ideológicas que se encuentran desde el centro hacia la izquierda del espectro político.
6. Al mismo tiempo, puede decirse que los candidatos de derecha tienen más votos de mujeres que de hombres, lo que no es lo mismo que afirmar que más mujeres votan por la derecha.
7. En la segunda vuelta presidencial ocurrida en 2000, Joaquín Lavín obtuvo 100 mil votos más de las mujeres que Ricardo Lagos, es decir, por primera vez las mujeres se inclinaron hacia la derecha, pero gran parte de la votación nueva de las mujeres que obtuvo Lavín provino de nuevas mujeres inscritas y no de una pérdida contundente de mujeres que antes habían votado por el No.
8. Hoy no son los más pobres ni las mujeres los que van decidir quién será presidente, sino la clase media baja empobrecida. En este segmento, las más duras e implacables serán las mujeres, que siempre son más categóricas en su posicionamiento hacia la política y los candidatos. El voto de castigo se va a producir mucho más en este segmento que en cualquier otro.
9. Para terminar, resultados de encuestas: en las últimas encuestas CEP de este año la intención de voto de las mujeres se inclina en primera mayoría hacia Bachelet, aunque ha perdido fuerza. El análisis de estas cifras sugiere que el voto femenino es concertacionista, aunque más blando y volátil que el de los hombres.
Como hay que ver para creer, dejo el link donde están publicados los resultados nacionales y regionales de todas las elecciones pasadas. La página es la del Tricel y los resultados aparecen separados por tipo de elección (presidencial, parlamentaria, municipal), candidato (cada uno de los que participó cada vez), género (hombres, mujeres), y validez (blanco, nulo, correctamente emitido).