martes, abril 26, 2005

"Nunca te fíes de un hombre con una cámara"

Image Hosted by ImageShack.usEste desengaño sí que no me lo esperaba. Quizás cuánta gente murió creyendo que esta fotografía era fruto de un feliz azar entre los ires y venires de París: una pareja de enamorados, un fotógrafo observando desde la terraza de un bristot, una cámara... un momento de dulce romanticismo parisino inmortalizándose gracias a un lente.
Pamplinas. Nunca fue así. Fueron todos cómplices: Doisneau buscaba material para cumplir con un encargo de la revista America's Life sobre los enamorados de París. Descubrió a la pareja en un café. Ambos aceptaron servir de modelos y besarse apasionadamente en la calle delante de su objetivo...
Y tan romántico que se veía todo. Era tan agradable creerlo, tan fácil creerlo. Demasiado linda la historia como para no quererla verdadera. Demasiado amor inmortalizado como para sospecharlo falso. Realidad trucada, sólo eso. Hubo una pareja, sí; pero no aquel momento mágico.
"A veces tus ojos ven sólo lo que quieres ver". Qué cosa más cierta.
No negar la evidencia, no cegarse. Ése es el desafío diario.

5 Comments:

Blogger Carlos said...

Heeey...no todo es tan malo. Como decían algunos de estos antiguos caballeros de Grecia, a veces todo el conocimiento está dentro de ti y sólo necesitas que el entorno te ilumine y te ayude a descubrirlo. En mi opinión, no importa si fue tomada espontáneamente o fue posada. Ni siquiera importa que la pareja se haya terminado al poco tiempo después. Lo realmente importante es que te evoca un sentimiento que tú sientes fuerte, profundo y real. Lo importante de la foto no es que te muestre un segundo instantáneo de alguien más...sino que puede remitirte a tu propia capacidad de amar.
¿Fue realmente espontáneo? No importa. Yo creo que incluso si hubiera sido una pintura, lo que evoca es igualmente cierto. Casi se podría decir lo mismo que de la biblia...no es la rigurosidad histórica lo que importa, sino la certidumbre y centralidad que su mensaje tiene para ti.
Carlos

PD: que niñita más productiva por dios!!! me siento un haragán...

4/26/2005 6:57 p. m.  
Blogger Algún bagual... said...

Como un hombre dado a sentirse tocado por la fotografia y especial por el trabajo de Robert Doisneau me siento algo tocado por tu post. Yo tambien creo como carlos que las circunstancias en que fue tomada la foto no tienen mayor importancia si logra despertar algún sentimiento. Valorar ese trabajo solo por el tema de la espontaneidad impide apreciar el talento del fotografo para componer la escena y expresar algo tan potente con ella. Impide conectarte con ella. Por más que hayan posado los modelos no cualquier fotografo es capaz de hacer tal toma, y el hecho de que se haya visto en apuros por presentar un trabajo tampoco le quita valor, basta con mirar el caso de Dostoievski que escribio un par de libros para puro pagar sus deudas sin que por eso no hayan sido obras maestras. El modelar o no es una mera herramienta, de hecho hay un grupo completo de fotos de Doisneau que juegan con "sorprender" a los fotografiados, todo depende de las circunstancias. Por eso yo soy partidario de dejar de dejar que el arte te toque más que ponerte a analizarlo tanto. Bueno...no fue mi intencion para nada sonar pesado, tan solo te invito a ver más del trabajo de doisneau por si no lo conoces, de verdad que es un artista sensible y con buen humor. Saludos y felicitaciones por tu espacio.
Fotos
Fotos2

4/26/2005 8:32 p. m.  
Blogger Carlos said...

Con respecto al comentario de Dostoievski, debo aclarar que no son dos libros insignificantes, sino nada menos que Crimen y Castigo y El Jugador.

4/26/2005 8:38 p. m.  
Blogger Dani said...

Ok ok ok. Tienen toda la razón cuando se refieren a lo que provoca el arte en uno y que no importa lo que se necesitó para lograr la composición. Eso no lo discuto.
Pero... PERO... resulta que Dostoievski nunca dijo que se había ido a meditar a las montañas para escribir sus novelas, o que se basó en tal o cual situación real que finalmente resultó ser ficticia; en cambio, Doisneau dejó que todo el mundo creyera que la foto había sido una mera casualidad. No fue sino hasta que surgieron otras personas reclamando el protagonismo que se revelaron las verdaderas circunstancias.
Eso es. Tantos años dejando crecer una creencia que sabía que era falsa es lo que me desilusionó en esta fotografía. Imagina que te presentan la foto y te cuentan una linda historia que todo el mundo que sabe de esa foto la conoce y cree cierta. Luego averiguas más del artista, y vez que es congruente. Al tiempo te enteras de que en realidad la historia no fue así, y que más encima este señor nunca se molestó en aclarárselo a nadie sino hasta que hubo problemas legales de por medio. Eso es lo que me incomoda. No es una cuestión de análisis, al contrario... es como cuando el hijo en Big Fish se entera de que su nacimiento en realidad fue súper fome y no con toda la magia que el papá le había contado.

Y sí he visto su trabajo, Seba. Gracias por los links igual; pero como te digo, no es para nada una cuestión de análisis. Gracias por las felicitaciones. Te iré a visitar tb. :)

4/26/2005 9:20 p. m.  
Blogger Algún bagual... said...

Pero el hijo de Big Fish al final se deja llevar por la fantasia del padre...entiende que la forma de ser de su padre no es una negación de la realidad sino una forma distinta de verla (y no todo era mentira). No se cuales habrán sido las intenciones de Doisneau al ocultar la verdad, sea como sea esa foto desperto algo por muchos años por el hecho de ser lo que es, y porque se creyo que era espontanea. Como el papa de Fish que siempre tenia una historia para entretener al resto ¿Justifica eso la mentira?, no lo sé...tal vez su mentira fue otra expresion de arte.

4/26/2005 10:26 p. m.  

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