De Matute, Cooper y el Día del Trabajo
Cuando aún no me recuperaba de haber sido testigo de los detalles del caso Matute: más de 4 años la familia reunida buscando el cuerpo -13 de febrero del año pasado, alegría para todos-, más de 5 años y medio para su entierro; ver cómo la madre sacaba fuerzas de flaqueza para continuar la búsqueda, soportando toda crítica, toda ofensa -lo menos que hicieron fue tildarla de loca y de desequilibrada... hasta la cara ya la tenía medio desfigurada por la pena-; el hermano mayor terminando leyes para tomar él mismo la causa, que no se olvidara el caso-, el padre dejando atrás una separación para hacer causa común; y hasta el día de hoy, la incertidumbre sobre los detalles de la muerte de Jorge aún reinando en gloria y majestad, me encuentro -ni nada más ni nada menos-, con la portada de la revista Qué Pasa y a un Alan Cooper mirando de frente y diciendo: "Ahora comprendo el drama de los detenidos desaparecidos".
Alan Cooper sí, el padre de la jovencita muerta en el tsunami de Tailandia, la recién casada. Sí, ella. La misma. Y él también, Cooper, claro! El mismo que participó junto con Bulnes en el asesinato del entonces comandante en jefe del ejército, René Schneider. Ese atentado de 1970. Que les suena Bulnes? Ah claro!, él también pues!, si es el mismísimo padrino de la novia que también viajó a Tailandia a buscar el cuerpo.
Qué dice Cooper: "Sin duda que ahora entiendo el drama de los detenidos desaparecidos. Uno se da cuenta de que hace una gran diferencia encontrar el cadáver. Nosotros sabíamos que teníamos que encontrar a la Fran porque lo otro era desastroso. No podíamos volver sin ella".
Qué lástima que toda esta reflexión le haya costado una hija. ¿Justicia divina? ¿Equilibiro en la naturaleza? Vaya a saber una, pero qué pena que ese mínimo de criterio le haya costado una hija.
Y del 1 de Mayo, aparte de expresar mi sincero reconocimiento a todos los trabajadores que en distintas épocas y partes del mundo nos heredaron una serie de leyes que defienden nuestros derechos laborales mínimos -todos ellos alcanzados a costa de sacrificadas luchas contra el sistema imperante de cada época-, anoto un par de observaciones:
1. Si no se puede contratar gente por horas y que el mínimo sea proporcional al sueldo mínimo, las empresas NO van a contratar a nadie... les sale demasiado caro pagar un sueldo mínimo por un trabajo pequeño que en el mercado vale menos. Así difícilmente se generarán más empleos, sólo se recargará a los asalariados. Flexibilidad laboral, flexibilidad laboral. Mejor regulada sí, pero es flexibilidad laboral lo que se necesita para mover más el mercado laboral.
Por otro lado, tal vez haya que apuntar la inversión y generación de empleos a los sectores sociales, donde las máquinas no pueder reemplazar la labor humana... quién sabe... pero lo que sí quedó demostrado es que la reactivación y el mayor crecimiento sólo significan eficiencia. Nunca serán directos generadores de empleos.
2. Luego de recibir los suplementos de los diarios con un día de anticipación, ver que algunas ediciones electrónicas siguen trabajando "porque los acontecimientos noticiosos ocurren durante todo este día", y darme cuenta de que los negocios están abiertos; me remito a una frase que mi madre me respondió hace algo así como una hora, dicha tras mi inocente pregunta de si acaso hoy había feria, y hecha cuando vi que salía en forma muy campante a comprar (domingo = día de feria libre).
Ella -no continuadora de una serie de generaciones de comerciantes-, ante mi inocente pregunta me contrapregunta: ¿qué día es hoy?. Yo, no pudiendo adivinar hacia dónde apuntaba, le respondo con un mensaje implícito: "domingo 1 de mayo". Ella finaliza:
"Para los Comerciantes no hay Primero de Mayo"
En fracción de segundos me invaden recuerdos del mundo laboral, el empresariado y la explotación que me ha tocado ver de frente. No me queda más que concluir: "sabias palabras".
Alan Cooper sí, el padre de la jovencita muerta en el tsunami de Tailandia, la recién casada. Sí, ella. La misma. Y él también, Cooper, claro! El mismo que participó junto con Bulnes en el asesinato del entonces comandante en jefe del ejército, René Schneider. Ese atentado de 1970. Que les suena Bulnes? Ah claro!, él también pues!, si es el mismísimo padrino de la novia que también viajó a Tailandia a buscar el cuerpo.
Qué dice Cooper: "Sin duda que ahora entiendo el drama de los detenidos desaparecidos. Uno se da cuenta de que hace una gran diferencia encontrar el cadáver. Nosotros sabíamos que teníamos que encontrar a la Fran porque lo otro era desastroso. No podíamos volver sin ella".
Qué lástima que toda esta reflexión le haya costado una hija. ¿Justicia divina? ¿Equilibiro en la naturaleza? Vaya a saber una, pero qué pena que ese mínimo de criterio le haya costado una hija.
Y del 1 de Mayo, aparte de expresar mi sincero reconocimiento a todos los trabajadores que en distintas épocas y partes del mundo nos heredaron una serie de leyes que defienden nuestros derechos laborales mínimos -todos ellos alcanzados a costa de sacrificadas luchas contra el sistema imperante de cada época-, anoto un par de observaciones:
1. Si no se puede contratar gente por horas y que el mínimo sea proporcional al sueldo mínimo, las empresas NO van a contratar a nadie... les sale demasiado caro pagar un sueldo mínimo por un trabajo pequeño que en el mercado vale menos. Así difícilmente se generarán más empleos, sólo se recargará a los asalariados. Flexibilidad laboral, flexibilidad laboral. Mejor regulada sí, pero es flexibilidad laboral lo que se necesita para mover más el mercado laboral.
Por otro lado, tal vez haya que apuntar la inversión y generación de empleos a los sectores sociales, donde las máquinas no pueder reemplazar la labor humana... quién sabe... pero lo que sí quedó demostrado es que la reactivación y el mayor crecimiento sólo significan eficiencia. Nunca serán directos generadores de empleos.
2. Luego de recibir los suplementos de los diarios con un día de anticipación, ver que algunas ediciones electrónicas siguen trabajando "porque los acontecimientos noticiosos ocurren durante todo este día", y darme cuenta de que los negocios están abiertos; me remito a una frase que mi madre me respondió hace algo así como una hora, dicha tras mi inocente pregunta de si acaso hoy había feria, y hecha cuando vi que salía en forma muy campante a comprar (domingo = día de feria libre).
Ella -no continuadora de una serie de generaciones de comerciantes-, ante mi inocente pregunta me contrapregunta: ¿qué día es hoy?. Yo, no pudiendo adivinar hacia dónde apuntaba, le respondo con un mensaje implícito: "domingo 1 de mayo". Ella finaliza:
"Para los Comerciantes no hay Primero de Mayo"
En fracción de segundos me invaden recuerdos del mundo laboral, el empresariado y la explotación que me ha tocado ver de frente. No me queda más que concluir: "sabias palabras".
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